¿Qué relación existe entre el Derecho y la tecnología?
Los abogados históricamente han estado acostumbrados a desarrollar su profesión en una industria estable y previsible, pero esto está cambiando.
Richard Susskind, uno de los autores más citados en los que respecta al futuro de los servicios legales, describe tres fuerzas que están afectando a la industria legal hoy en día: (I) los cambios del mercado, (II) la desregulación y (III) la tecnología. Estos tres elementos han resultado en un panorama de cierta incertidumbre y desconcierto para el sector legal y pueden dar lugar a un escenario reinvención o de estancamiento.
Los cambios del mercado
Se refieren a aquellos derivados de la crisis económica del 2008 ante los cuales el mercado se volvió más exigente y, particularmente frente a la abogacía, los clientes comenzaron a reducir sus presupuestos de gastos legales, sin disminuir el nivel del tipo de servicios esperado.
Ello ha incidido principalmente en los presupuestos de los bufetes o despachos, que se han visto obligados a bajar sus costos e ingresos, manteniendo a la vez un alto nivel de calidad en un marco en el que la complejidad regulatoria continúa en aumento.
La desregulación
Por su parte, la desregulación significa los cambios regulatorios en el ejercicio de la profesión legal. Históricamente, solo los abogados podían ofrecer servicios legales. Claro, nada más un abogado puede ejercer la representación en juicio de un cliente. Pero hoy, no es necesario cursar la carrera de Derecho para ofrecer ciertos servicios o, por ejemplo, para fundar y dirigir una empresa de Legaltech.
La tecnología
Por último, y acá nuestro énfasis, podemos entender a la tecnología como la suma de conocimientos orientados a la satisfacción de necesidades e intereses. Gracias a ella, en los últimos años se han producido importantes cambios, adaptaciones y desafíos en la forma en que vivimos, facilitando el acceso a soluciones online y permitiendo prácticamente a cualquier persona realizar algunas tareas antes reservadas a profesionales formados. A este conjunto de grandes cambios se le ha denominado revolución digital. Y de ello, claro está, no escapa la profesión legal.
Tecnología y derecho: dos maneras de comprender su relación
Esta relación entre el Derecho y la tecnología, podemos entenderla de dos formas:
- El uso de la tecnología para proporcionar servicios legales, conocido como Legaltech.
- El Derecho como herramienta para la resolución de los nuevos problemas que suscita la tecnología.
En cuanto al primero, ante la presión sobre el costo de los abogados por parte de los clientes, muchos despachos y firmas han reaccionado simplemente reduciendo los precios de sus servicios o incluso con recortes de personal.
En este sentido, la supervivencia de los servicios legales en el futuro requerirá, por un lado, el diseño de estrategias de eficiencia que ayuden a identificar aquellas tareas en las que realmente los abogados son útiles y aportan valor para resolver los problemas de sus clientes, y, por otro, la incorporación de tecnologías de la información en la prestación de servicios dentro del ámbito de la abogacía, como los smart contract y las soluciones de pago basadas en blockchain, o los softwares de gestión de procesos judiciales.
En cuanto al segundo, en el horizonte tecnológico del presente, muchos de los problemas y de las soluciones jurídicas tradicionales se han vuelto caducos. Esta nueva situación invita a los abogados a diseñar nuevos instrumentos de análisis y marcos conceptuales para adaptarse a las exigencias de una sociedad en transformación; principalmente, a dirigir esfuerzo para idear sistemas regulatorios ante el uso de las nuevas tecnologías.
En los próximos diez años, el impacto de la tecnología traerá más cambios para la abogacía que los observados en el sector en el último siglo. Richard Susskind.
Para los abogados este escenario significa un gran desafío de adaptación.