Nuestro primer evento presencial: esto fue Ocho Ideas

En los últimos tres años, hemos cubierto distintos eventos de tecnología con el mismo propósito: hacer de ella algo más sencillo y accesible para las personas. Un día, nos preguntamos: ¿cuándo hacemos uno propio? Ya saben el resto.

Varios mensajes, videollamadas, transferencias y trámites después (quizá no en ese orden), realizamos con éxito la primera edición de Ocho Ideas, un evento presencial a nuestro estilo y para seguir construyendo tecnología para todos, seas un entusiasta, curioso, profesional o más.

Cambiar el mundo en 8 minutos

Muchas veces, estamos en reuniones o eventos con ponencias que se sienten como una eternidad. Llega un momento donde nuestra capacidad de atención se acaba y se nos hace difícil concentrarnos y seguir el hilo, incluso si el tema nos encanta.

Entendiendo esto, renovamos la fórmula clásica para hacer algo nuevo, menos denso y más digerible: presentaciones de 8 minutos, más cortas y directas al grano, y lo más importante, simples y fáciles de entender para todas las personas.

Así nació Ocho Ideas, un formato que en su primera edición se enfocó en la tecnología para el bien social o “Tech for Good”, un concepto que vemos mucho en inglés y que quisimos traer a nuestro idioma para entender mejor cómo la tecnología genera o puede generar un impacto positivo en la sociedad y de qué maneras.

Tres ponentes, tres miradas de la tecnología

Con esto en mente, invitamos a tres personas de diferentes áreas para conocer su forma de entender la tecnología y cómo ella cambió o cambiará su entorno, todo en un límite de ocho minutos.

Desde ética de la tecnología hasta innovación, pasando por el arte y su relación con las personas, nuestros invitados nos dieron un vistazo de cómo la tecnología está haciendo cambios importantes en nuestra sociedad y de los que quizá no estemos enterados.

💥 María Victoria y la tecnología impacto-céntrica

Sabemos que la tecnología existe y que tiene una capacidad de cambio. Con María Victoria, CEO del Laboratorio de Innovación Digital y una mente inquieta, comprendimos más a fondo nuestra relación con ella y la forma de usarla.

Para ella, la tecnología es “una cajita mágica que maximiza”. Es una herramienta que recrea lo que somos, y en la medida en que ella se entrena con los datos que les suministramos, ella será un reflejo de lo que somos, no más de eso.

María Victoria Díaz durante su presentación. Foto de Daniel Vélez.

Tener esto en mente es parte del enfoque impacto-céntrico del que María habló en sus ocho minutos. Para ella, la tecnología impacto-céntrica pone el ojo en el impacto que una tecnología tiene o puede tener una vez esté en acción. No se enfoca en el cliente o producto, sino en los efectos dentro de un entorno.

Los sesgos en tecnología y cómo evitarlos

Para María Victoria, la tecnología tiene un efecto amplificador. Amplía el alcance y proyección de los propósitos, motivos y/o fines que la rodean, sean positivos o negativos, siendo completamente neutral en sí misma.

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Este es uno de los temas clave de la tecnoética. Conoce más en Tecnoética, un nuevo enfoque para la tecnología

Sin embargo, por neutral que sea, la tecnología sigue siendo sensible a los posibles sesgos de quienes la usen, lo que puede afectar su desempeño y desviarla de su propósito inicial. Así, y puesto en sus propios términos, debemos pensar en:

Qué le estamos poniendo a esta cajita, qué aspectos de esta humanidad estamos incorporando en el entendido de que esto se va a ampliar.

🎨 Tecnología y arte: la mirada de Víctor Gómez

En la historia, el arte y las disciplinas que lo hacen posible han cambiado con las épocas. Con innovaciones como inteligencia artificial generativa, productos y entornos digitales y más, la nuestra no es excepción.

Víctor Gómez, arquitecto y diseñador gráfico, no se cierra ante las posibilidades que la tecnología le puede ofrecer. Todo lo contrario, le permiten experimentar y generar nuevas formas de expresarse que serían difíciles o de plano imposible con los medios tradicionales.

En su charla, Víctor habló un poco sobre su proceso creativo, mencionando que todo empieza por preparar un boceto en físico que posteriormente digitaliza para limpiarlo. Desde allí, todo pasar por integrar personajes y entornos, muchas veces de ciudades como Caracas y París. La última etapa es elegir la paleta de colores e integrar elementos como líneas y texturas.

Víctor Gómez durante su presentación. Foto de Daniel Vélez.

En sus 5 años de carrera, Víctor ha usado herramientas de la familia de Adobe como After Effects, Illustrator, pero recientemente ha sumado herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT, Gemini o Adobe Firefly —otra IA generativa y que está actualmente en su primera fase beta pública—. Para él:

La inteligencia artificial no es una enemiga, sino una gran herramienta para crear arte hoy en día.

Adaptación a la época

Uno de los mensajes de Víctor para el público fue de no cerrarse a las oportunidades que la tecnología puede ofrecernos. En cambio, nos invita a aprovecharlas y usarlas para impulsar lo que ya hacemos y promover la innovación.

Víctor nos compartió su idea sobre hacia dónde se puede dirigir el arte con la ayuda de la tecnología. Para él, parte del futuro estará en la creación de experiencias interactivas, aquellas donde los usuarios nos integramos a la exposición y tenemos cierto margen de intervención sobre ella.

Si bien Víctor citó ejemplos de esto en el arte tradicional, mencionando el trabajo de Carlos Cruz-Diez, él reconoce que la tecnología puede llevar esto a un nuevo nivel.

👤 Humanidad excepcional según Reinaldo Valbuena

El futuro de la tecnología es prometedor, pero para Reinaldo, cofundador de Germinador y consultor de innovación, el futuro es algo que ya sucede en nuestro mundo y no llega a nuestro día a día, pero llegará.

Si es posible resumir su ponencia en una frase, usaríamos sus propias palabras:

¿Es posible construir experiencias desde otros niveles a los que ya conocemos? Sí, y ya está ocurriendo.

Ahora bien, ¿cómo ocurre? En su presentación, Reinaldo citó varias tendencias de innovaciones que están sucediendo mientras lees este artículo y que, aunque no están disponibles al público por el momento, prometen cambiar nuestro mundo.

Reinaldo Valbuena durante su presentación. Foto de Daniel Vélez.

Una de ellas es la posibilidad de comunicarnos mentalmente a través de dispositivos neuronales. En su charla, Reinaldo puntualizó el caso de Neuralink y como podría, en un futuro no tan lejano, cambiar la manera en que nos relacionamos con nuestras mascotas para así entenderlas mejor.

Inteligencia artificial en el campo de la salud

Lo que parece algo sacado de Matrix u otra obra de ciencia ficción futurista no es algo tan lejano como podríamos pensar. Ya está siendo investigado y trabajado hoy en día.

Reinaldo nos comentó durante su presentación de cómo uno de sus alumnos, que actualmente está trabajando en Google, forma parte de un proyecto enfocado en investigar el uso de la inteligencia artificial en la medicina. Es un proyecto en curso y que quizá nunca vea la luz, o tal vez lo haga y cambie nuestro mundo por completo.

Esto es parte de la idea de futuro que Reinaldo nos presentó en sus ocho minutos, un futuro sin pantallas que nos dé nuevas experiencias desde lugares y métodos poco convencionales.

Este futuro, que empieza en el presente, nos llevará a cambiar a la forma en que interactuamos y usamos dispositivos y pantallas. Para Reinaldo, esto cambiará las profesiones y, en general, nuestra relación con el mundo.

Así lo vivió la comunidad

En estos tres años, hemos visto a otras comunidades reunirse presencialmente para compartir y conocerse fuera de las pantallas. Siendo Ocho Ideas nuestro primer evento presencial, le preguntamos a la comunidad cómo lo vivieron y la importancia de generar estos encuentros de tecnología en el país.

“¿Aceptas estas cookies?”

Para Veruzka Molina, estudiante de Administración de Empresas en la UNIMET, las ponencias fueron directo al grano, y en sus ocho minutos, los ponentes lograron captar la atención del público con sus temas.

Uno de los detalles que más apreció del evento fueron las galletas de cortesía o “cookies”, un gesto que consideró muy agradable y del que no se dio cuenta realmente hasta cuando llegó a casa y revisó el envoltorio.

Motor para el cambio y la motivación

Además de resaltar lo retador de resumir una ponencia en solo ocho minutos, siendo para ella un desafío comunicacional y logístico. Oriana de Abreu, fundadora de la agencia de marketing Reina Pepiada, considera que eventos de este tipo ayudan a construir cultura en torno a la tecnología, siendo también un motor que impulsa a los más jóvenes a interesarse por el área.

María Moreno, profesional de proyectos dentro de Asilo Digital. Foto de Daniel Vélez

Oriana no dejó pasar la oportunidad para expresar lo agradable que le pareció la gente y conectar con los ponentes y asistentes, motivos que, para ella, son más que suficientes para estar en una futura edición.

Combustible para despegar

Para Ángel Calderón, desarrollador web, eventos de este tipo permiten crear una comunidad de tecnología en el país. Para él, parte de la importancia de espacios como estos está en ayudar a que las personas del área se conecten y vean en qué está trabajando cada uno.

Según nos dijo, eventos como Ocho Ideas son el combustible del motor que permita tener en el país un ecosistema tecnológico similar al de Argentina, hoy por hoy un país con una de las comunidades de tecnología más importantes a nivel regional.


Un día, una persona inconforme creó desde su cuarto un canal de Telegram. Tres años después, somos una comunidad de casi 300 miembros que se da los buenos días, comparte memes, reseñas de productos y, en general, habla de tecnología en nuestro idioma.

Es posible entender la tecnología y su impacto en el mundo sin ser un experto. Nada más hace falta un poco curiosidad, deseos de aprender y compartir lo que sabemos de forma fácil y sencilla, como lo hacen los amigos. Eso fue Ocho Ideas.

Gracias a todos los asistentes, ponentes, invitados especiales y donadores que hicieron esto posible, llegaron por la tecnología y se quedaron por la gente (y los tequeños). Sigamos construyendo tecnología juntos.