El metaverso, un videojuego aplicado al mundo real

Imagina que estás en Los Sims, el conocido juego donde puedes jugar a la vida, tomar decisiones y accionar con los personajes. En este juego de simulación social tú controlas a los protagonistas y decides el rumbo de ellos según lo que consideres más interesante y divertido. Ahora bien, ¿qué pasa si no controlas a un personaje, sino que te conviertes en él?

Después de seis décadas de desarrollo y avances —desde la presentación del Sensorama en 1962— las tecnologías de realidad extendida nos permiten sentirnos parte de los escenarios virtuales y tener la misma posición de un avatar. Esto significa que, al momento en que leas esto, se puede asegurar que es posible simular la presencia de lo que mira y hace un personaje en videojuegos. Y mucho más.

Este cambio de era —y de perspectiva— representa una transición de ser operadores detrás de una pantalla a convertirnos en actores activos a través de la inmersión. En otras palabras, poder ver, pensar, sentir y actuar como un personaje. Llevando esta concepción a la vida real, colocarte unos visores de realidad virtual o aumentada puede permitir un nuevo plano de relacionamiento en tiempo real que impacte a la humanidad y su forma de comunicarse.

Antecedentes del metaverso

Resulta interesante que en medio de una pandemia, la cual marcó y transformó nuestra forma de ver la vida, haya nacido un nuevo concepto del internet y una de las primeras olas de adopción masiva de la Realidad Extendida. Esta sacudida para nuestro ritmo de vida ha involucrado nuevos paradigmas en las relaciones entre humanos, e inclusive, sigue generando dudas sobre la importancia de la presencia para algunas actividades cotidianas. El metaverso nace a partir de estas premisas y bajo la propuesta del siguiente paso en los formatos en los cuales interactuamos.

Lo primero que debemos entender es que el metaverso no es un concepto totalmente nuevo. En Snow Crash (1992), Neal Stephenson introdujo el término para describir el ciberespacio donde un común repartidor de pizza en la vida real se convertía en guerrero. Esta novela ejemplifica cómo una persona puede llevar una doble vida gracias a las tecnologías inmersivas y relacionarse a través de ellas.

Hasta la fecha, hemos conocido un internet que principalmente se basa en pantallas planas, interactivas o no, donde hemos podido conseguir oportunidades y una nueva manera de estar más cerca del mundo. La tecnología tiene la característica de nunca parar, y la visión del metaverso plantea llevarnos a vivir el internet en primera persona, no a través de pantallas y dispositivos externos, sino siendo nosotros los protagonistas y quienes estemos dentro de estos sistemas.

Resulta interesante mencionar la influencia de la ciencia ficción, el cine y las novelas sobre los desarrolladores de tecnología que plantean sus ideas futuristas de acuerdo a esas producciones. Series como Black Mirror y películas como The Matrix y Ready Player One han forjado un imaginario colectivo que permite ejemplificar y dar forma a un ecosistema que en sus primeros años se vuelve difícil de explicar.

Entonces, ¿Qué es el metaverso?

Podemos definir el metaverso como un internet inmersivo en donde, a través de dispositivos de realidad virtual, realidad aumentada y realidad mixta, podremos relacionarnos con otras personas en tiempo real y realizar actividades importantes para nuestro desarrollo como humanidad, tales como trabajar, educarnos, divertirnos, entre otros.

Estas experiencias vienen marcadas por las mismas que determinan el mundo físico, pero de las que podríamos sacar mayor beneficio al facilitarlas a través de la virtualidad. El valor agregado del metaverso es poder realizar más actividades, crear un nuevo plano para el comercio y mejorar nuestra efectividad sin tener que trasladarte de un lugar a otro.

Aunque el desarrollo de esta tecnología venía ejecutándose en silencio (y en muchos casos con poco presupuesto), el anuncio del lanzamiento del metaverso por parte de Facebook el 28 de octubre del 2021 impactó directamente en el auge de la tecnología y el interés que le dedican los actores de la industria.

Ahora muchas son las empresas, instituciones y organismos que se han subido a la idea. No podemos olvidar que este cambio de Facebook a Meta también ha sido importante porque la empresa venía enfrentando grandes problemas legales y en la opinión pública por cuestiones relacionadas con la privacidad de los datos y otros asuntos delicados para los usuarios que no debemos olvidar.

Desde este anuncio, hemos visto un marcado interés por parte de empresas homólogas a Meta que producen hardware, entre las que podemos mencionar a Apple, HTC y ahora Pico, que pertenece a ByteDance (compañía dueña de TikTok) y que promete llevar la batalla más allá de las redes sociales.

El futuro del metaverso

El planteamiento de un metaverso trae consigo ciertos principios, siendo el más importante de ellos la descentralización que busca, entre otras cosas, un internet más democrático, la portabilidad de los datos a través de billeteras y la tokenización que permite la tecnología blockchain.

Para los usuarios que defienden los principios del internet es una oportunidad para recuperar los elementos constitutivos que se han perdido en el tiempo y avanzar en su relación con tecnologías emergentes como las criptomonedas, los NFT y nuevos formatos de gobernanza como las DAO, u organizaciones autónomas descentralizadas, también muy mencionadas en la Web3.

Pero... ¿No les parece curioso? Es una idea promovida principalmente por las empresas que durante años han acumulado datos y han centralizado la información de sus usuarios para predecir comportamientos y monetizar cada tiempo en línea. Uno de los grandes debates es justamente si esa idea de ecosistema descentralizado va a ser posible con tantos actores en búsqueda de aumentar su esfera de influencia, sobre todo al considerar el impacto económico que tendrá.

Palabras finales

El metaverso significa construir un mundo nuevamente desde cero, con menos costos de producción y esfuerzo, ya que no hace falta más materia prima que los equipos de desarrollo y la creatividad, que viene siendo uno de los principales motores de América Latina y por los que creo podemos ser más determinantes como desarrolladores que como consumidores.

A nivel práctico, las principales compañías plantean que el metaverso será un lugar donde podremos relacionarnos directamente con nuestros familiares, amigos y conocidos; realizar tareas cotidianas cómo trabajar, ir de compras, vivir de una forma distinta de entretenimiento y trasladar cada vez más labores de la vida real a esta esfera.

Grandes retos éticos se aproximan siempre que una nueva tecnología hace parte de nuestra vida, y aún cuando es emocionante pensar en lo que podría salir bien, es importante considerar qué cosas como usuarios y como opinión pública no debemos permitir que sucedan. Esta nueva ola trata de resolver los problemas heredados de la web 2.0 y así reivindicar realmente el significado del internet. Sin embargo, pareciera que en estos primeros pasos, más que cambiar, estamos heredando viejos problemas que podrían terminar por afectar el doble de lo que ya lo hacían.