La Inteligencia Artificial no es una amenaza

Las herramientas basadas en Inteligencia Artificial que se han popularizado este año han dado poder de escritor, diseñador o traductor (añádase más a lo largo del tiempo), a personas que no éramos nada de eso. Automáticamente, personas que sí lo han sido se sienten amenazados, pero no deberían.

Las personas tenemos mucho más poder del que creemos y una inteligencia artificial jamás nos lo va a quitar. Aunque este tema pueda traer conflictos filosóficos, te explicaré sin mucha complicación los beneficios que todos recibimos de herramientas desarrolladas en IA.

La inteligencia artificial es una herramienta

Es muy común escuchar o leer que la inteligencia artificial va a sustituir a los seres humanos en diferentes puestos de trabajo, pero las personas somos insustituibles.

Si algo hace una IA, es realizar cosas que nunca haría un ser humano. Por ejemplo, ninguna persona es capaz de realizar un millón de cálculos matemáticos en paralelo, ni muchísimo menos lo haría correctamente. Pero una IA sí es capaz de esto, así que la mejor forma de considerar a la Inteligencia Artificial es como esa herramienta que te permite hacer cosas que no podrías lograr sin ella.

Si quisieras escribir un correo, tienes a una IA que te ayuda como herramienta, pero no como humano. Aún será necesario ese conocimiento que todo escritor tiene para redactar algo impactante. Será necesario un proceso de decisión que podrá cumplir solamente una persona.

La Inteligencia Artificial no es un sustituto del ser humano, es una herramienta que usa. El ser humano utiliza las herramientas a su antojo y, si puede lograr cosas increíbles con ellas, no hay razones para desmeritarlo y aquí están las razones:

El esfuerzo que conlleva utilizar herramientas IA

La diferencia más grande entre una Inteligencia Artificial y un ser humano es la iniciativa. Mientras que las personas somos capaces de actuar sin necesidad de mandamientos, una IA solo lo hace porque un ser humano se lo ordenó. Con un generador de IA, se pueden crear imágenes increíbles en cuestión de segundos. ¿Cierto?

La verdad es que el proceso pasa desde mucho antes en la cabeza de la persona. La idea no la genera la Inteligencia Artificial, sino la propia persona, y muchas veces no entrega el resultado deseado. En estos casos, es necesario iterar de forma indefinida. Este es un proceso diferente al utilizado anteriormente, cierto. Pero no es un proceso inhumano.

El mayor valor de una obra de arte está en la expresión o en el mensaje que entrega la persona que lo creó. Aunque las formas también valen para que el mensaje sea impresionante, el valor existirá de cualquier forma en cómo se logre. Si una persona escribió un libro con piedra en las rocas de una cueva, es meritorio. Pero si escribe el mismo libro con lápiz y borra sobre un papel, es igual de valioso.

La Inteligencia Artificial no quita el valor de una creación bien hecha.

El peligro no está en la Inteligencia Artificial

Las personas somos las únicas responsables de cómo se utilizan las herramientas que tenemos, y ese debe ser el mayor miedo con la Inteligencia Artificial. Los seres humanos somos capaces de hacer cosas increíbles, pero también podemos hacer cosas terribles.

Por eso, es necesario cambiar la perspectiva con la Inteligencia Artificial. No debemos pensar en evitar o prohibir su creación o su uso, sino en cómo se puede evitar su mala utilización y respaldar lo bueno. Si creamos sin reflexionar, es más probable que las armas abunden y las vacunas escaseen. Por eso es que crear tecnología es emocionante, pero a la vez es una responsabilidad con la sociedad.

Por estas razones, en Asilo Digital se creó una comunidad llena de personas dispuestas a contribuir de esta forma. Te invitamos a estar alerta con nuestras publicaciones, para conocer más de la industria y saber responder a todo lo que sucede y sucederá.