Fintech: Una industria que busca la inclusión financiera
Con el desarrollo de nuevas herramientas tecnológicas como el Blockchain, la masificación del uso de las criptomonedas y la disminución de las transacciones con efectivo, este sector promete cambiar la industria financiera para siempre.
Un nuevo panorama en la industria financiera
Quizás recordemos que hasta hace algunos años era necesario ir al banco y esperar horas y horas en una fila para hacer transacciones relativamente sencillas como depósitos o retiros. Igualmente, los procedimientos para abrir una cuenta eran tediosos y complicados, lo que se extiende a las actividades de seguros, mercado de valores, adquisición de divisas o acceso a financiamiento.
Aunque las instituciones financieras tradicionales aún dominan la industria, la situación ha cambiado con la expansión del sector fintech, dedicado a la prestación de servicios financieros mediante el uso de tecnología de punta. Además, las instituciones tradicionales han adoptado servicios propios de las fintech como los Pagos Móviles o las Transferencias Bancarias Inmediatas, recientemente desarrolladas por varios bancos del país.
¿Qué son las Fintech?
Son empresas que prestan servicios financieros de forma automatizada mediante el uso de herramientas tecnológicas. Su propósito es hacer más eficiente, segura y cómoda la prestación de servicios financieros. También buscan que los servicios financieros sean capaces de crear más valor, optimizando la gestión de sus costos. Este sector se encuentra en un proceso de expansión a nivel global debido, fundamentalmente, a la masificación del uso de medios de pago digitales y criptomonedas, y la disminución del uso del efectivo. Este proceso se ha acentuado con los efectos de la pandemia de COVID-19 sobre las economías de los países.
El sector de las fintech se puede dividir en segmentos de empresas dedicadas a actividades como desarrollo de pasarelas de pago, transacciones con criptomonedas, billeteras electrónicas; préstamos personales y empresariales; análisis de datos, contabilidad digital o facturación electrónica. Los segmentos que constituyen el sector fintech son:
- Reservas de fondos y pagos digitales
- Préstamos
- Desarrollo de tecnología para instituciones financieras
- Gestión de finanzas empresariales y personales
- Seguros
- Gestión patrimonial, trading y mercado de valores
- Bancos digitales
Algunos ejemplos que se pueden presentar son: Binance, una plataforma que provee servicios de infraestructura para transacciones con criptos (transferencias, intercambio por divisas FIAT u otras criptomonedas, etc.) y también ofrece una plataforma de trading, por lo que sus actividades pueden considerarse como parte de los rubros 1 y 6 de la clasificación presentada anteriormente. En otro lugar podemos destacar a Robinhood, una plataforma de operaciones sobre acciones, opciones y criptomonedas. Sus actividades son propias del rubro 6 de la clasificación (gestión patrimonial, trading y mercado de valores).
Industria Fintech en América Latina
En un estudio publicado este año, titulado Fintech en América Latina y el Caribe, un Ecosistema Consolidado para la Recuperación, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a partir de cifras publicadas en el Global Fintech Index, estimó que América Latina es una de las regiones con mayor concentración de empresas Fintech en el mundo, unas 2.482, que representan 22,60% del total mundial (11.000 empresas).
Este mismo estudio destaca la velocidad del crecimiento de la industria fintech, pasando de 1.166 empresas en el 2018 a 2.482 en 2022, un crecimiento de 112% en apenas 4 años, debido a los efectos socioeconómicos de la pandemia de COVID-19, que permitieron la creación de emprendimientos dirigidos a la inclusión financiera y a la formulación de nuevas fuentes de financiamiento, en un contexto de incertidumbre e inestabilidad.
La industria fintech latinoamericana presenta un desarrollo desigual: nada más Brasil, México, Colombia, Argentina y Chile representan el 81% de la industria. Esto se debe a varios factores: el tamaño de la economía (estas son las economías más grandes de América Latina), el acceso al financiamiento y la confianza tanto en la normativa legal como en los agentes reguladores. A pesar de que estos 5 países representan una parte considerable del mercado, la concentración de empresas en estos es menor, ya que en 2017 esta cifra era de 89,7% y en 2018 era de 86%.
En el ecosistema fintech, la concentración por segmentos de actividad se presenta de la siguiente forma:
- Empresas de remesas y pagos: 25%
- Préstamos: 18%
- Tecnología para instituciones financieras: 15%
- Gestión de finanzas empresariales: 11%
- Gestión de finanzas personales: 7%
- Seguros: 7%
- Gestión patrimonial, trading y mercado de valores: 6%
- Crowdfunding: 5%
- Bancos digitales: 5%
En la industria fintech hay empresas que ya cotizan en bolsa como Nubank, un banco digital brasileño dedicado a servicios como custodia de fondos en una cuenta personal (NuConta); tarjetas de crédito, con intereses menores a los de los bancos tradicionales. Préstamos, seguros e inversiones, y también existen emprendimientos pequeños con actividades en áreas muy delimitadas o dirigidas a un mercado muy específico. Sobre este aspecto podemos destacar que el 70% de las fintech de América Latina tienen operaciones en un solo país.
La mayor parte de las fintech (un 47%) tiene de 1 a 10 empleados, y el 94% de estas empresas tienen menos de 100 empleados, por lo que son entidades muy pequeñas, pero capaces de generar muy buenos resultados y ser eficientes. Otro factor importante que se debe considerar en el análisis de este sector es el estado del producto, es decir, cuán desarrollado se encuentra y también cuál es la etapa de maduración de la empresa, donde el 86% de las fintech latinoamericanas han lanzado su producto, tienen una beta lista para ser lanzada, están listas para escalar o se encuentran en crecimiento, en resumidas cuentas, América Latina cuenta con una industria bien desarrollada y que se encuentra en una etapa de consolidación y maduración.
Industria Fintech en Venezuela
El ecosistema fintech en nuestro país es relativamente pequeño según lo publicado por el BID en el estudio anteriormente mencionado, con solamente 16 empresas. No obstante, debemos decir que este sector se está expandiendo y están surgiendo nuevas alternativas y emprendimientos. Aparte de la pandemia, la crisis económica ha permitido que las fintech venezolanas sean una alternativa para mitigar la pérdida de poder adquisitivo de nuestro signo monetario, sortear la inestabilidad del tipo de cambio y contar con medios que permitan la realización de pagos en divisas o criptomonedas.
La mayor parte del ecosistema fintech venezolano se enfoca en servicios de comercialización de puntos de venta; servicios P2P y C2P; wallets o billeteras digitales, pasarelas de pago y exchange (intercambio de divisas). En 2021, se crea un instrumento regulatorio, la Resolución Nº 001.21 de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (SUDEBAN), en la que se busca la formalización de estas empresas y su ajuste al marco regulatorio del Sistema Financiero venezolano.
En esta resolución se autorizan actividades como pagos móviles, los servicios de tarjetas virtuales prepagadas, pagos con tarjetas de crédito mediante API o pasarelas de pago. Este instrumento normativo fija las normas que rigen las operaciones de las fintech, así como los mecanismos de protección al usuario, que deben ser formulados por la SUDEBAN y el Órgano Superior del Sistema Financiero Nacional (OSFIN).
Retos para el sector y desafíos para el futuro
El sector fintech está en crecimiento y expansión, su principal objetivo es desplazar a las instituciones tradicionales y dominar los mercados financieros, por lo que tienen que competir con éstas y tienen que consolidarse como una alternativa viable, confiable, eficiente y segura. Para lograr esto es necesario financiamiento, expansión de actividades; lanzamiento de productos y servicios novedosos; regulación clara que tienda a favorecer la creación y formalización de estas empresas; soporte al cliente, y la ciberseguridad.
Este último punto es esencial, ya que un ecosistema seguro, capaz de responder a posibles ataques y sin vulnerabilidades considerables, genera confianza en el cliente. Los ataques contra las plataformas y sistemas de las empresas finetch son un riesgo altamente costoso, en términos legales, financieros y reputacionales. Por ello las empresas deben diseñar mecanismos de seguridad digital altamente eficientes que ofrezcan resistencia y protección ante posibles amenazas, es decir, los protocolos de seguridad digital deben ser considerados como una inversión necesaria e indispensable para el desarrollo de cualquier servicio o producto fintech. Si esto se logra, el cliente tendrá confianza, concepto fundamental en las finanzas.
Las fintech han llegado para quedarse, por ahora no representan una amenaza directa para las instituciones tradicionales que han controlado los mercados financieros. Al contrario, son un mecanismo complementario que puede hacer que estos últimos estén más cerca de los clientes y atender de forma más eficiente, oportuna y rápida sus necesidades, que son dinámicas.
En Venezuela es necesario que más inversionistas y emprendedores apuesten al sector para democratizar el ecosistema, ofrecer servicios más novedosos y estimular la competencia, destacando que el contexto es favorable, por la búsqueda de medios de pago eficientes y rápidos; plataformas que permitan el intercambio de divisas y bolívares; el pago exacto de productos y servicios; disminuir el riesgo de la tenencia de efectivo y masificar el uso de nuevos instrumentos financieros.