¿Cómo nos afecta el filtro burbuja en Internet?
¿Has pensado alguna vez en el contenido que tus redes no te muestran? Las funciones de personalización nos acercan a la información que podría ajustarse mejor a nosotros según varios factores. Así, ayudan a que consigamos más rápidamente lo que nos gusta para mejorar nuestra experiencia.
Esto es lo que conocemos por "filtro burbuja", una situación donde nuestro comportamiento en Internet y los algoritmos pueden llevarnos a espacios de confort y seguridad que, si nos descuidamos, podrían hacernos caer en sesgos ideológicos y culturales.
Definiendo el filtro burbuja
Hablamos de filtro burbuja cuando las búsquedas de los usuarios se limitan por sus preferencias y datos personales, evitando que las personas veamos contenidos "conflictivos" con nuestros gustos o que simplemente no nos interesen.
El filtro burbuja ocurre cuando los buscadores y páginas web personalizan nuestra experiencia a partir de información personal como ubicación, historial de búsquedas, comportamientos de los clics pasados, y otros elementos que ayudan a los algoritmos a "predecir" lo que puede gustarnos o no.
Las búsquedas personalizadas no son negativas por sí solas, y está probado que ayudan a los usuarios a encontrar el contenido que desean. El problema aparece cuando los buscadores y páginas web nos aíslan de información y perspectivas diferentes a nuestros gustos, pero que siguen siendo necesarios al momento de conocer, aprender y opinar sobre un tema o situación.
El lado peligroso de la personalización
En la introducción de The Filter Bubble, Parisier define a grandes rasgos el funcionamiento de los filtros de Internet y cómo se comportan frente al usuario.
La nueva generación de filtros de Internet observa las cosas que parecen gustarte —las cosas mismas, o las que les gustan a las personas como tú— e intenta extrapolar [...] elaboran un universo de información único para cada uno de nosotros —lo que he llamado una «burbuja de filtros»— que, en esencia, altera
nuestra manera de encontrar ideas e información.
Esta forma de personalizar nuestra experiencia en Internet tiene una de sus causas en los datos personales que las empresas tecnológicas guardan y cómo les ayuda a determinar qué cosas se ajustarían mejor según dicha información para, entre otras cosas, mostrar anuncios que se sientan hechos para nosotros.
El autor comenta que desde siempre los medios de comunicación se han ajustado de una forma u otra a nuestros intereses y dejando de lado lo que no queremos, pero indica que el filtro burbuja de Internet se diferencia de esto por tres elementos clave.
La soledad
Nosotros somos los únicos en nuestras burbujas. Aunque podemos relacionarnos con otros por intereses comunes, esto funcionaría como una especie de "canal por cable" que conectaría nuestra burbuja con la del otro, pero igual seguiríamos en nuestros propios ecosistemas de información.
La burbuja es invisible
Parisier considera que Google y páginas similares no dicen de forma clara cómo y por qué te muestran los resultados que te ofrecen, y que los usuarios no conocemos los criterios que se toman en cuenta para filtrar resultados. Por esta razón, los usuarios no podríamos ver que estamos dentro de una burbuja.
El filtro va a ti, tú no vas al filtro
Con el criterio suficiente, las personas podemos ver en mayor o menor medida las tendencias políticas o ideológicas de los medios que decidimos consumir. Aquí, la palabra clave es decidir: elegimos de manera consciente leer un sitio o diario, y esto de una manera u otra influye en cómo vemos la realidad.
Para Parisier, esto no pasaría en el ecosistema digital, pues considera que los filtros personalizados vienen a nosotros, y no al revés. No elegiríamos activamente los filtros que afectarán nuestra percepción, por lo que su influencia sobre nosotros estaría en contra de nuestra voluntad.
Los riesgos del filtro burbuja
Aunque sutil, el filtro burbuja tiene un alcance enorme sobre las personas y la sociedad al afectar directamente la accesibilidad de la información en el mundo virtual y cómo la consumimos, lo que impacta en nuestra capacidad de razonar y formar una realidad objetiva de las situaciones.
Estos son algunos de los riesgos que corremos como usuarios dentro de nuestros "universos a medida".
Reducción del pensamiento crítico
Si no consumimos contenido que nos desagrade o si ignoramos perspectivas distintas a las nuestras, será más difícil poder formar un sentido crítico que nos permita reconocer lo que nos incomoda y argumentar por qué es así.
Comprensión parcial de la realidad
Ver las cosas desde una única perspectiva no es suficiente para entender por completo. Ninguna visión es capaz de ver toda la realidad, y aunque fuera posible, estaría condicionada por sus experiencias y contexto.
Quedarnos solamente con la versión que se ajusta mejor a nosotros no nos permitirá ver otros ángulos posibles que pueden saber menos, más o lo mismo, pero de otro modo.
Ver, leer o escuchar las cosas que no nos agradan sirve para entenderlas mejor y nuestra relación con ellas para, de esa forma, entendernos mejor a nosotros mismos.
Sesgo cultural
En Ciencias Sociales, es el fenómeno de interpretar y juzgar los patrones o expresiones de otras culturas con base a los criterios de la nuestra, lo que nos impediría comprender el sentido y propósito genuinos de esas acciones.
Al no podernos abrir a historias y perspectivas diferentes a las nuestras, se corre el riesgo de que los sesgos culturales que llevamos por nuestro desarrollo se fortalezcan y nos impidan concebir o comprender otras posibilidades.
Efecto del falso consenso
Este otro sesgo cognitivo describe la situación donde las personas creemos que nuestros hábitos y preferencias son las más comunes y que la mayoría las comparten, aun cuando no es así.
Esto tiende a ocurrir en grupos donde existe consenso sobre la opinión colectiva. Como puede que el grupo no encuentre a alguien que desafíe esa opinión, puede pensar (de forma errónea) que muchas personas coinciden con ellos.
En Internet, esta situación puede darse a medida que las redes nos acercan a las personas con gustos similares a los nuestros y distancia de quienes no opinan igual.
Hacer búsquedas en Google, Facebook e Instagram
Para entender mejor cómo y por qué se forma el filtro burbuja en Internet, conozcamos cómo se comporta el algoritmo de Google, Facebook e Instagram al momento de presentarnos contenido.
Considerando que es el buscador más importante de Internet, pensar en el contenido que Google no muestra en las consultas no es perder el tiempo. En su sección de Ayuda de Búsqueda arroja información sobre lo que toma en cuenta cuando nos muestra unos resultados sobre otros.
Hora
Google aclara que los resultados de búsqueda entre usuarios pueden variar con unas pocas horas o incluso minutos de diferencia, y esto sucede porque los bots de rastreo e indexación continuamente agregan nuevo contenido a su "biblioteca", lo que da lugar a variaciones.
El buscador también señala que las mejoras que aplica en sus sistemas de posicionamiento no empiezan a funcionar al mismo tiempo en todos sus centros de datos, lo que genera diferencias de resultados según el centro de datos que responda a la consulta del usuario.
Contexto
Google utiliza datos de contexto para entregar resultados más ajustados a los usuarios. Entre estos tenemos:
- Ubicación: Los resultados serán relevantes para el lugar donde estés. No es lo mismo buscar "fútbol" en Barcelona que en Estados Unidos, por ejemplo.
- Idioma: Prioriza resultados en el idioma de la cuenta de Google que usas.
- Dispositivo: Google mostrará resultados según el tipo de pantalla en que estés, sea móvil o escritorio, y de acuerdo con tu sistema operativo (Android, iOS, etcétera).
Actividad del usuario
La actividad del usuario es uno de los principales factores que toma Google cuando intenta predecir el tipo de contenido que puede interesarnos. En concreto, los factores que entran en esta área son:
- Historial de búsquedas.
- Páginas o anuncios de la página de resultados donde hacemos clic.
- Contenido de la sección Discover (Descubre) que te gusta o no.
Al hacer consultas desde nuestra cuenta de Google, algunos de los contenidos que veremos en nuestras búsquedas van a cambiar. Entre ellos están:
- Eventos (con búsquedas del tipo "qué hacer el fin de semana").
- Series y películas (con consultas como "qué ver", "cosas para ver"...).
- Páginas recomendadas en la sección Discover.
- Predicciones de autocompletar en el buscador.
- Actividad relacionada cuando vuelvas a hacer consultas similares.
En la sección de ayuda, Facebook tiene un apartado para detallar en qué se basan los resultados de búsqueda en su página. El apartado tiene una lista que incluye elementos como:
- Publicaciones de amigos.
- Sitios donde hemos sido etiquetados o similares.
- Búsquedas anteriores.
- Grupos a los que perteneces.
- Contenido de tu feed.
- Eventos que has indicado que te gustan.
Facebook también aclara que tus consultas están influenciadas por la popularidad del contenido en la plataforma para un término de búsqueda, y la antigüedad del contenido. Aun así, los resultados de búsqueda de Facebook van muy de la mano con las preferencias e intereses del usuario.
La aplicación es muy diferente a lo que Google, Facebook y apps indican sobre sus lineamientos para clasificar y mostrar contenido a sus usuarios. En el caso de Instagram, cada una de sus tres secciones más importantes tienen algoritmos y procesos propios para clasificar y presentar contenido. Hablamos de feed e historias, Explorar y Reels.
En otra publicación detallamos el funcionamiento de estas tres secciones, por lo que aquí nos ocuparemos solamente de los elementos de la aplicación que influyen en nuestra experiencia con sus contenidos.
- Información de la publicación: popularidad del contenido, fecha de publicación, número de reacciones e interacciones, ubicación y duración (si aplican).
- Información de la cuenta de la publicación: por ejemplo, número de interacciones de la cuenta en días o semanas anteriores.
- Actividad del usuario: interacciones del usuario en su feed, historias, reels y en la sección Explorar.
- Interacciones pasadas con la cuenta de la publicación: si señalas que ciertos contenidos de una cuenta te gustan mucho, Instagram tenderá a mostrarte más de ella.
Escapar de la burbuja es una responsabilidad individual
Es cierto que muchas veces las redes sociales nos entregan contenido a la medida de nuestros gustos y con base a las relaciones del día a día y aquellas que construimos en Internet. Sin embargo, y como ocurre en la vida en general, lo que nos gusta no siempre es lo que necesitamos.
Parte del propósito del Internet es servir como un espacio compartido entre distintas maneras de vivir con mayor o menor nivel de armonía en cuanto a ideas culturales, políticas, ideológicas o de otro tipo. Si los usuarios ignoramos esta diversidad más allá de lo que ya conocemos, perdemos parte del sentido que Internet tiene o debería tener en nuestras vidas.
En este escenario, hay algunas acciones que podemos tomar como usuarios y ciudadanos de Internet para evitar aislarnos y conocer la realidad más allá de lo que tenemos en frente.
Investigar y ser curioso
Buscar nuevas fuentes y medios con los cuales informarte no está de más, especialmente si tienen una postura diferente a la tuya.
Comprender cómo, por qué y qué sostiene esta diferencia de perspectivas te ayudará a tener una visión más global del hecho o situación al poder conocer perspectivas que den cuenta de sus varios rasgos.
Cuestionar
Si encuentras una noticia o información con un enfoque muy parcializado, busca cómo otros medios hablaron del hecho y compara. Las diferencias, incluso si son sutiles, te ayudarán a entender las tendencias de un medio y te darán más detalles de la situación en cuestión.
La personalización por sí misma no es peligrosa. Es el exceso de personalización y la pasividad de los usuarios frente a ella lo que puede darnos problemas al relacionarnos con la información o las personas que no comparten nuestras visiones. Es entonces cuando los filtros de Internet son realmente problemáticos.
Claro está que las páginas y sitios web no tienen toda la responsabilidad de la burbuja digital. Si estamos en una, en parte será porque nuestro propio comportamiento e interacciones en Internet nos llevaron a un escenario donde nuestras opiniones y preferencias tienen lugar, y queda de nuestra parte reconocer nuestra conducta digital para incluir más visiones, si eso queremos.
En unos años donde la sociedad ha visto conflictos y desencuentros una y otra vez, poder comprender cómo y por qué se han dado es necesario para entender mejor el periodo que vivimos y sus futuros posibles, algo que difícilmente haremos si nuestro mundo es lo único que podemos ver.