El efecto de las redes sociales en la salud mental
por Andrea Acevedo profile image Andrea Acevedo

El efecto de las redes sociales en la salud mental

Descubramos el impacto positivo y negativo de las redes sociales en nuestro ánimo y cómo usarlas sanamente.

En un mundo digital donde todos comparten su felicidad, ¿cómo lidiamos ante la presión de ser perfectos? Desde Facebook, Instagram, TikTok, así como X (antes Twitter), YouTube, LinkedIn, Snapchat, WhatsApp, Telegram... tenemos un listado larguísimo de redes del que somos usuarios habituales.

Nos encanta el entretenimiento y las facilidades de conexión que nos dan, pero seamos honestos. En algún momento, ¿no sientes que ese impulso de compartir y exponernos al contenido de otros nos ha despertado algunas inseguridades y malestares?

En el siguiente artículo, te invitamos a descubrir sobre los aspectos positivos y negativos de las redes sociales, y cómo ellos pueden influir en nuestra salud mental.

Beneficios de las redes sociales en la salud mental

Los seres humanos somos seres psicosociales, necesitamos de la interacción y compañía de otros para ayudarnos en la vida. La fortaleza de nuestras conexiones posee un gran impacto en nuestra felicidad y salud mental.

Muchos recordarán como, en pleno confinamiento durante la época de pandemia, logramos conservar el contacto con familiares, amigos y compañeros de trabajo gracias a Internet, lo que nos hizo sentir menos solos y aislados.

Por supuesto, las interacciones virtuales no siempre ofrecerán la misma satisfacción del contacto cara a cara. Pero no podemos hacer de vista gorda y negar que nos dan varias facilidades:

  • Son puentes de comunicación con nuestros seres queridos cuando nuestros tiempos no coinciden, o cuando estamos separados físicamente por grandes distancias.
  • Llegamos a un espacio donde buscamos y/o ofrecemos apoyo emocional en momentos difíciles.
  • Quiénes se sientan aislados o les sea difícil socializar en público, tienen un espacio para conectar con personas y comunidades nuevas, que tengan sus mismos gustos.
  • Ofrecen la posibilidad de hacer promoción y dar visibilidad a causas importantes, generando conciencia.
  • Nos permiten un lugar para la autoexpresión, creatividad y afirmación de identidad, ayudando a fomentar la autoestima de los usuarios.
  • Nos ayudan a promocionar nuestra marca profesional, servicios y negocios.
  • Son un espacio para compartir recuerdos, intereses, logros y aspectos de la vida diaria, permitiendo un reconocimiento y validación de seres cercanos, contribuyendo a un sentido de autovaloración.
  • Encontramos fuentes valiosas de información y recursos educativos sobre varios campos o temas. Por ejemplo, medicina, psicología, empleabilidad, tecnología, entre otros.
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Según el Digital Global Report 2024 de We Are Social, hay 5.17 billones de personas registradas en redes sociales. Esto se traduce en un 63% de la población mundial.

Efectos negativos de las redes sociales

Pese a los beneficios mencionados anteriormente, hemos normalizado pasar grandes cantidades de horas navegando en redes sociales, al punto que muchos desconocen que su uso desmedido también presenta grandes riesgos para la salud mental.

Mujer navegando en un celular.
Imagen de Vardan Papikyan en Unsplash.

Por ello, así como son fuente de entretenimiento, también lo son de problemas de autoestima, alteraciones del sueño y apetito, trastornos de ansiedad y depresión, dificultad de concentración y para relacionarnos con otros.

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Otro problema común es el ghosting. Conoce Los efectos del ghosting en redes sociales y cómo superarlo

Comparaciones destructivas y poco realistas

Cuando navegas por las redes sociales, estás abriendo una ventana que da a un mundo donde parece reinar la perfección, felicidad y estándares de belleza inalcanzables. ¿No te ha pasado que entras y ves fotos de amigos que siempre van acompañadas con una narrativa de éxito? En esos momentos, recuerda que muchas de esas realidades distan de la nuestra.

Ese constante deseo de estar pendiente de las actualizaciones y recibir likes, termina por orillar al usuario a compararse socialmente con otros, y puede llevar a una baja autoestima, sentimientos de envidia e inadecuación, problemas de autoimagen e incluso a largo plazo ansiedad y depresión.

Por otro lado, ese impulso por aparentar o presumir vidas y relaciones ideales en busca de una gran cantidad de "likes", comentarios, reacciones y seguidores, pueden generar niveles de egocentrismo poco saludables. Esto se refleja en sus representaciones "perfectas" e irreales (que suelen venir acompañadas de filtros y ediciones) de sí mismos, lo que puede desembocar en el deterioro de algunos vínculos de la vida real.

Incluso, en algunos casos, esto puede ser indicador de una posible dependencia emocional, por medio de la búsqueda constante de validaciones externas, donde muchos usuarios sienten verdadero temor de mostrar su faceta más auténtica por miedo al rechazo.

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Un estudio de 2017 publicado en la revista Addictive Behaviors sugirió que el uso excesivo y adictivo de las redes sociales se se relaciona con niveles bajos autoestima y rasgos narcisistas.

La trampa del autodiagnóstico

Las redes han ayudado a visibilizar a profesionales que velan y comparten contenido educativo a favor de las estrategias de autocuidado. Sin embargo, lo cierto es que tanta información circulando en Internet ha hecho que muchos usuarios (principalmente jóvenes y adolescentes) sean propensos a autodiagnósticos y atribuirse trastornos con solo sentirse identificados con algunos síntomas.

Algunas personas se motivan a buscar ayuda. Otras, lamentablemente, eligen evitar asesoramiento profesional y recurren a tratamientos nada adecuados.

Cabe recordar que no todo contenido en Internet tiene bases científicas, y aquellos que no las tengan resultan muy peligrosos debido a que alejan a las personas de tratamientos y terapias reales.

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Según PlushCare, tras analizar 500 vídeos de TikTok determinaron que más del 80% ofrecían consejos engañosos sobre salud mental y un 15% incluía contenido potencialmente dañino.

Acoso cibernético

A diferencia del tradicional, el acoso cibernético ocurre en cualquier momento y lugar, lo que lo hace aún más peligroso. Los jóvenes y adolescentes son las principales víctimas debido a la gran cantidad de horas que consumen contenido en estas plataformas. Este tipo de hostigamiento se manifiesta a través de mensajes hirientes, publicaciones desagradables o acoso en salas de chat.

Un aspecto particularmente preocupante es la divulgación maliciosa de información sensible sin consentimiento, como nombres, direcciones, números de teléfono y datos bancarios. Este ataque se conoce como doxing, o doxeo, y puede ir desde formas triviales como registro de correo electrónico hasta situaciones más graves que incluyan incitación al acoso a familiares, robo de identidad, usurpación de datos bancarios, chantajes y amenazas.

Mujer solitaria.
Imagen de Carolina en Unsplash.

Las víctimas de acoso cibernético son propensas a sufrir problemas graves como:

  • Depresión.
  • Aislamiento social.
  • Insomnio.
  • Baja autoestima.

A largo plazo, pueden enfrentar dificultades adicionales como problemas de ira y abuso de sustancias.

Es fundamental tomar conciencia de estos peligros y trabajar hacia un entorno digital más seguro y respetuoso para todos.

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Un informe del Pew Research Center reveló que aproximadamente el 46% de adolescentes estadounidenses han sido víctimas de acoso cibernético.

Agotamiento y fatiga mental

¿Te pasa que sientes cansancio después de horas y horas viendo tus dispositivos? Cuando pasamos mucho tiempo mirando las pantallas, estamos sobrecargando nuestro cerebro con constante información y estimulación.

Este agotamiento mental normalmente lo sentimos cuando no podemos concentrarnos, nos sentimos desmotivados o tenemos una sensación general de fatiga. Adicionalmente, esa constante actividad y estimulación puede interferir con tus hábitos de sueño, lo que se traduce en mayor fatiga mental y física.

Miedo a perderse algo (F.O.M.O)

¿Has oído hablar sobre el F.O.M.O? Es un término en inglés que se traduce como miedo a perderse algo (fear of missing out). Este temor es la idea de que estás perdiendo actualizaciones importantes, como un evento o reunión.

Quiénes sufren este temor no pueden evitar la necesidad de revisar continuamente sus dispositivos para ver si hay alguna actualización, o responder de forma compulsiva cada una de las alertas, aun a expensas de perder horas de sueño o concentración en una tarea importante.

De esta forma, priorizamos la actividad en redes sociales por encima de nuestras dinámicas interpersonales en el mundo real.

Información falsa

Muchas veces, lo que suele funcionar bien en las redes sociales no son exactamente historias equilibradas y bien investigadas. Desde anuncios fraudulentos hasta cuentas automatizadas (bots), los usuarios estamos constantemente expuestos a noticias e informaciones falsas, como las fake news y la desinformación.

Publicación de Donald Trump.
Imagen de Visuals en Unsplash.

Dichas narraciones engañosas o sesgadas y propagación de rumores terminan por generar emociones intensas y desagradables, como la indignación, la rabia, el miedo y el pánico. También pueden llevar a polarizaciones de opiniones, afectar negativamente los estados de ánimo, dar pie a sentimientos de desesperación y disminuir la credibilidad en una persona, medios de comunicación e instituciones.

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En un estudio de Statista en 18 países en 2022, aproximadamente 50% de los participantes declaró haber sido víctimas de noticias falsas relacionadas al coronavirus.

Estrategias para un uso saludable de redes sociales

Tomando en cuenta todo lo anterior, te invitamos a aplicar algunas estrategias que te permitan seguir disfrutando de las redes, minimizando los riesgos. Afortunadamente, si las usas bien, es muy fácil evitar caer en posibles adicciones sin ayuda profesional.

A continuación, te comparto algunas estrategias para un uso saludable de las redes:

Reúnete con amigos sin pantallas de por medio

Estamos acostumbrados a comunicarnos con nuestros amigos por medio de memes. Ahora bien, ¿con qué frecuencia sales con ellos?

Relacionarnos cara a cara con otras personas es una oportunidad para tener interacciones más enriquecedoras, así que intenta que sea un encuentro habitual donde compartan un espacio libre de redes sociales.

Desactiva las notificaciones

Es preocupante la cantidad de veces que nuestra atención se desvía hacia nuestras pantallas solo para revisar notificaciones. Por ende, una buena forma de reducir los tiempos dedicados a las redes sociales es desactivando los avisos.

Aprende a ser paciente contigo mismo; es posible que al comienzo te resulte difícil no estar pendiente. Una vez logres adaptarte, descubrirás que no siempre habrá notificaciones importantes para visualizar.

Regula tu tiempo en las apps

Seguro que más de una vez se ha ido el tiempo revisando Instagram o Facebook. Prueba comenzando a medir el tiempo que navegas. Esto te permitirá llevar un registro, y a su vez, tomar consciencia para bajar el consumo.

Si disminuyes progresivamente la exposición a las redes sociales, podrás disfrutar dedicando tiempo a otras actividades, sin necesidad de cambiar drásticamente tu rutina.

Logos de Messenger y Facebook.
Imagen de Alexander Shatov en Unsplash.

Considera desinstalar aquellas aplicaciones que no uses con frecuencia y dar unfollow a cuentas que no te aporten nada positivo.

Si te es complicado, existen varias aplicaciones diseñadas para regular y establecer límites con el tiempo que estamos en redes sociales como: StayFree, ActionDash, Forest, StayFocused, Digital Detox y QualityTime. Aunque en los últimos meses, muchas plataformas han comenzado a incluir en sus actualizaciones límites de tiempo.

Elige bien lo que consumes

Teniendo acceso a mucha información, es fácil dejarse llevar por opiniones o puntos de vista de personas por su fama, títulos, posición y cantidad de seguidores.

En esto último, suele entrar en juego la falacia de autoridad, es decir, validamos una idea sin escuchar razones, apelando únicamente a la autoridad del experto, sin tomar en cuenta la presencia de evidencia científica.

Un tip para evitar caer en contenido falso o desinformación es aprendiendo a discernir las fuentes y su veracidad. Acostúmbrate a elegir las cuentas verificadas que te sean de provecho en cuanto a contenido y entretenimiento sano, y que no inviten a comparaciones negativas.

Aléjate de los dispositivos en las noches

Posiblemente sientas la tentación de revisar el feed en las noches antes de ir a dormir. Entre más tiempo veas la pantalla, más espantarás el sueño, haciendo que te desveles y descansar te cueste más. Esto pasa porque la luz de la pantalla mantiene tu cerebro en alerta.

Lo recomendable es escuchar música relajante o leer un libro antes de irte a descansar.

Conexión con la naturaleza y actividad física

Cuando pasas tantas horas tras la pantalla, terminas por desconectarte de tu entorno. Para contrarrestar esto, te sugerimos salir a caminar en espacios verdes como parques o jardines, donde puedas disfrutar del sol y aire fresco y alejarte un rato de los dispositivos.

Adicionalmente, sería ideal incluir una rutina de ejercicio de forma que tu cuerpo pueda liberar hormonas como endorfinas, serotonina y dopamina, que mejorarán tu estado de ánimo y aumentarán tu nivel de bienestar.

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Un estudio publicado en Cyberpsychology, Behavior and Social Networking, tomar descansos de los medios digitales al menos por una semana demostró una influencia positiva en los niveles de bienestar general, depresión y ansiedad. 

Ahora, ¿son las redes sociales buenas o malas? Todo depende del uso que le demos a estas plataformas. La intención de este artículo es invitarte a la reflexión sobre el tiempo y formas de uso, de manera que encuentres un equilibrio saludable.

Si alguna vez sientes que las redes afectan negativamente tu estado de ánimo, puede ser oportunidad para un pequeño détox digital. De igual modo, no desaproveches la oportunidad de buscar ayuda de un profesional de la salud mental para que pueda brindarte estrategias que permitan protegerte y mejorar.

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