Crédito social: el sistema que mide si eres "buen ciudadano"

Los avances tecnológicos han sido aprovechados de diferentes formas por los gobiernos del mundo. Una de las más interesantes, sofisticadas y relevantes es el Sistema de Crédito social, formulado en China.

Gran hermano te vigila: el Crédito Social como medio para "garantizar la convivencia"

Si has leído 1984, la obra de George Orwell, seguramente te acuerdas de esta frase: "el Gran Hermano te vigila", que refiere a una entidad superpoderosa que ejerce un control exhaustivo sobre las actividades cotidianas de personas y empresas, llegando en algunos casos a vulnerar la privacidad de sus datos. La distopía planteada por Orwell se está haciendo realidad en países como China, donde el gobierno ha empezado a desarrollar un sistema de puntos en el que se clasifica a los ciudadanos con base en sus actividades.

El Crédito social es un sistema que integra el Big Data, la inteligencia artificial, el monitoreo de internet y el reconocimiento racial para vigilar y controlar potenciales riesgos de inestabilidad social.

Origen y objetivos del Sistema de Crédito social

En 2015 se revela un documento del gobierno chino titulado Esquema de Planificación para la Construcción de un Sistema de Crédito Social (clic aquí para consultarlo) en el que se define a este como un instrumento que permite vigilar potenciales riesgos de desestabilización social, teniendo como objetivo "consolidar la confianza" en las acciones públicas del individuo.

"Mantener la confianza es glorioso, mientras que perderla es vergonzoso" es la premisa fundamental del Crédito social, sirviendo de guía a las actividades diarias del ciudadano.

El Crédito social no está vinculado con el ámbito financiero, sino que es un término para definir el nivel de sinceridad, honestidad e integridad del ciudadano, haciendo que goce de la confianza del Estado para determinadas actividades y gozar de ciertos beneficios. En caso contrario, se aplican penalidades, prohibiciones y castigos. Se estimó que la implementación definitiva sería en el año 2020 en todo el país, lo que no ha podido ser confirmado de forma independiente por parte de medios internacionales, instituciones académicas o analistas.

No obstante, empresas privadas y gobiernos locales han empezado a desarrollarlo. Un ejemplo de estos sistemas privados es el de la gigante empresarial Alibaba, llamado Sesame Credit, que cuenta con 400 millones de usuarios en toda China, en el que se define una clasificación por puntos a partir de la actividad de los usuarios del sistema de pagos electrónicos de esta empresa, que inclusive es utilizado en aplicaciones de citas como Baihe, la plataforma más popular del gigante asiático.

Funcionamiento del Crédito social

El sistema consiste en definir el Crédito social de un individuo a partir de sus antecedentes penales; solvencia e historial crediticio; récords académicos, historial de compras en línea, comportamiento en redes sociales e inclusive el tiempo destinado a videojuegos, entre otros factores. La metodología de asignación de los puntos no es del todo clara, pero se considera que se produce en función de los aspectos mencionados anteriormente, es decir, del comportamiento ciudadano.

Los sistemas de asignación de puntos deben ser aprobados y autorizados por la Comisión Nacional para el Desarrollo Nacional, el Comité de Planificación Económica, el Banco Popular de China y el Sistema de Tribunales y Cortes de la República Popular. El sistema puede ser aplicado sobre individuos, empresas privadas y organizaciones del Estado, que actualmente están desarrollando los suyos propios.

Si las personas tienen un Crédito social bajo, pueden ser incorporadas en una Lista Negra, debiendo ser notificadas por los tribunales antes de ser incluidos y pueden apelar la decisión en un plazo de 10 días siguientes a la notificación. Las empresas deben consultar esta lista antes de iniciar sus procesos de reclutamiento y selección de personal, que pueden estar publicadas en internet o tablones de anuncio, debiendo contener el nombre y fotografía de los ciudadanos que se encuentran en esta lista.

Beneficios y castigos

El Crédito social tiene una amplia gama de beneficios para aquellos con altos puntajes y castigos para los que tienen bajos puntajes debido a los historiales de internet, la difusión de Fake News, los retrasos en el pago de créditos y facturas; sanciones administrativas y penales, e inclusive compras que se consideren "frívolas" y el tiempo dedicado a jugar videojuegos.

Algunos de los beneficios pueden ser:

1. Rebajas en tasas de interés para préstamos.
2. Acceso más eficiente a servicios públicos específicos.
3. Mayores facilidades para obtener préstamos.
4. Descuentos en la compra de pasajes aéreos o de tren.
5. Descuentos en tarifas de hoteles.

En cambio, los castigos pueden ser:

1. Prohibición de viajar al extranjero, de comprar vivienda y de tener tarjeta de crédito.
2. Imposibilidad de conseguir empleo en instituciones del Estado.
3. Prohibición de realizar actividades que involucren manipulación y manejo de sustancias tóxicas y alimentos.
4. Descalificación para puestos directivos y de responsabilidad en la minería, la industria química y la producción de sustancias explosivas.

Se han documentado casos en diversos medios internacionales y chinos de prohibición de pasear mascotas en algunas ciudades, rechazo de estudiantes en instituciones oficiales por el bajo puntaje de sus padres y prohibición de venta de boletos de avión o de tren a 23 millones de personas.

¿El Crédito social es aplicable en sistemas democráticos? ¿Cuáles son sus principales retos?

A partir de la experiencia china, diversos países occidentales democráticos han empezado a reflexionar sobre la aplicación del Crédito social de una forma que no vulnere el derecho a la privacidad y permita garantizar la seguridad de los datos de los ciudadanos que están almacenados en la red. Ciertamente, el Crédito Social puede limitar a infractores, criminales, personas o entidades que representen una amenaza a la seguridad, sin embargo, esto atenta contra la privacidad del ciudadano, al exponer toda su actividad en internet.

Además, debemos considerar que China es considerado por gran parte de la comunidad internacional como un país de tintes autoritarios, que hace uso de los avances tecnológicos y las herramientas que estos brindan para vigilar de forma exhaustiva a sus ciudadanos, como una suerte de "Gran Hermano" que quiere que aquellos que se ajustan a los estándares establecidos por esta entidad sean ciudadanos con pleno goce de sus derechos y de beneficios especiales, y que aquellos que no lo hagan sean ciudadanos de segunda, siendo una especie de Apartheid digital, discriminando a los ciudadanos.

En esto se debe tener mucho cuidado porque es está observando que los gobiernos están haciendo un mayor uso de herramientas tecnológicas para vigilar a sus ciudadanos.